El Tribunal Supremo de Delaware ratificó recientemente las leyes de Delaware sobre el voto anticipado en persona y el voto por correo permanente, pero estas leyes siguen siendo vulnerables a futuras impugnaciones legales. Entre las ventajas del voto anticipado están la disminución del estrés del día de las elecciones para los funcionarios electorales, colas más cortas, mejor rendimiento de los trabajadores electorales, menos errores y fallos del sistema de votación, y mayor accesibilidad y participación de los votantes.
La opción de votar anticipadamente permite una mayor flexibilidad, especialmente entre las comunidades de color, los votantes con bajos ingresos y los votantes cuyos horarios de trabajo o de vida pueden dificultar el voto en las urnas el día de las elecciones.

El voto por correo permanente permite a determinados votantes que tienen dificultades para acudir a las urnas y solicitar el voto por correo solicitarlo una sola vez, en lugar de cada elección.
Esto permite a aquellos
que sirven a nuestro país en el extranjero, a los votantes discapacitados y a otros, la confianza de que pueden participar en nuestra democracia sin tener que sortear requisitos que les resultan especialmente onerosos.

Las investigaciones demuestran que ofrecer días adicionales de voto anticipado suele aumentar la participación electoral, y que el voto anticipado puede producir hasta 56.000 nuevos votantes en las elecciones de Delaware.
Delaware también tuvo unos 21.000 votantes ausentes permanentes en las últimas elecciones.

Debemos apoyar a los candidatos que estén dispuestos a defender enmiendas al voto anticipado en persona y al voto permanente en ausencia que protejan y amplíen estos métodos de votación.
Para que Delaware amplíe el acceso al voto son necesarias ampliaciones como la ampliación del plazo para el voto anticipado en persona (incluidas las tardes y los fines de semana) y más colegios electorales para el voto anticipado en persona en todo el estado. Los ciudadanos de Delaware merecen accesibilidad y comodidad a la hora de ejercer su derecho al voto.
Reforzar los programas de voto anticipado en persona y de voto permanente por correo es un paso en la dirección correcta.

Votar es un derecho, no un privilegio.
Las restricciones al voto recaen con especial dureza sobre las personas implicadas en el sistema.
Debido a los prejuicios raciales del sistema jurídico penal, las leyes de privación del derecho al voto por delitos graves afectan desproporcionadamente a los negros y pardos, que a menudo se enfrentan a penas más duras que los blancos por los mismos delitos. Las leyes de privación del derecho de voto por delitos tienen una conexión directa con las leyes Jim Crow que se promovieron tras la Guerra Civil, que pretendían negar a los estadounidenses de raza negra el derecho de voto.

La expansión de la franquicia puede conducir a comunidades más seguras.
Los estudios han demostrado que la probabilidad de reincidencia disminuye cuando las personas excarceladas pueden participar en el proceso democrático.
Votar permite a las personas seguir conectadas con sus comunidades mientras están encarceladas y ayuda a facilitar el proceso de reinserción.

En 2022, la privación del derecho al voto por delito grave afectaba a 7.721 votantes en Delaware.
El 52% eran negros y el 56% ya no estaban encarcelados.
Delaware se encuentra entre los únicos 12 estados que privan permanentemente del derecho al voto al menos a algunas personas condenadas por delitos graves, lo que significa que estos ciudadanos no pueden recuperar sus derechos ni siquiera después de cumplir su condena. Delaware debe unirse a casi la mitad de los estados que permiten votar a las personas en libertad condicional y bajo palabra, y luego considerar unirse a las filas de Maine y Vermont, que permiten votar a todas las personas, independientemente de su contacto con el sistema legal.

Incluso los votantes elegibles en el sistema legal tienen dificultades para emitir su voto.
Los que están en prisión preventiva, una población de más de 1.000 personas, y los condenados por delitos menores
no pierden legalmente su derecho de voto, pero siguen encontrando barreras insalvables al intentar emitir su voto.

Barreras como navegar por el sistema de correo de las prisiones, comprender la elegibilidad y los plazos, y obtener el apoyo de los legisladores son factores que dificultan que los votantes encarcelados elegibles emitan su voto.
Los funcionarios deben promulgar reformas como permitir la existencia de centros de votación en las prisiones estatales y ordenar que el Departamento Electoral y el Departamento Correccional mantengan y ofrezcan el registro automático de votantes y la entrega de papeletas a los votantes que cumplan los requisitos.

Necesitamos funcionarios electos que den prioridad a políticas que trabajen activamente para desmantelar las barreras al voto en prisión, y que apoyen la ampliación de la elegibilidad para votar a los ciudadanos con condenas por delitos graves. Debemos asegurarnos de que nuestros responsables políticos y cargos electos comprenden la importancia de mantener y fomentar esta conexión, y el papel que desempeña el acceso a las urnas en el fomento de la participación y el compromiso cívicos.

Los plazos de inscripción suelen ser una de las mayores fuentes de privación del derecho de voto del país, porque muchas personas, como los estudiantes universitarios, los inquilinos y las personas con bajos ingresos, no siempre tienen tiempo, conocimientos o recursos para finalizar su inscripción semanas antes de las elecciones.
2/3 de los estados tienen un registro el mismo día o un plazo de registro más favorable para los votantes que el plazo de 24 días de Delaware.
Muchas elecciones en el estado sufren una baja participación electoral, pero eso podría mejorarse: la simple aprobación del registro el mismo día permitiría que más de 22.000 nuevos votantes emitieran su voto.

Cuando los ciudadanos de Delaware tuvieron acceso al voto por correo sin excusa en 2020 y 2022, decenas de miles utilizaron esta opción para emitir su voto anticipadamente, aliviando la presión de los funcionarios electorales y facilitando la votación el día de las elecciones.
Ampliar las opciones de voto más allá del voto presencial el día de las elecciones facilita que las personas con horarios de trabajo inflexibles, obligaciones de cuidado de los hijos o transporte poco fiable puedan asegurarse de emitir su voto.

Necesitamos cargos electos que apoyen la aprobación de una enmienda constitucional que permita el voto por correo y el registro en el mismo día.